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Ofensiva cubana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra

Francisco Forteza
WDS


Envuelta en una ofensiva en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de ONU, que sesiona en Ginebra, Cuba dejó claro que no se rendirá ante presiones y señaló al gobierno de Costa Rica como el posible "peón imperial" de Estados Unidos para impulsar una condena a la Isla en el seno de esa entidad con sede en el Palacio de Naciones ginebrino.

"Cuba reivindica el derecho a aplicar sus leyes para defenderse de la agresión. Cuba reivindica su derecho a enjuiciar a los mercenarios que colaboran con el bloqueo y la política agresiva de la superpotencia que quiere reconquistar y subyugar a su pueblo", dijo el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, que está asistiendo a los trabajos de la comisión, la cual se reúne una vez al año.

"Cuba no se rendirá, excelencias, ni aceptará presiones ni caerá en ingenuidades", dijo el ministro en un discurso publicado por toda la prensa cubana este jueves, y agregó "¡Condénese al agresor y no al agredido! ¡Cese el bloqueo, la mentira y la agresión contra Cuba!".

Pérez Roque, que expuso sus palabras ante el denominado segmento de alto nivel de la 60 Sesión de esa entidad de Naciones Unidas, recordó ante los países representados allí que "hace 17 años que Cuba batalla en la Comisión de Derechos Humanos contra los cínicos intentos del Gobierno de Estados Unidos de condenarla".

Narró que desde inicios de la década de los años 80, cuando el republicano Ronald Reagan era aún candidato presidencial en su país, se "criticaba al (entonces) Presidente (James) Carter en el famoso Documento de Santa Fé".

El canciller de Cuba afirmó que ese documento culpó a Carter de no haber "intentado seriamente aplicar su doctrina de derechos humanos contra la Cuba de (Fidel) Castro...".

El ministro isleño subrayó que de esas críticas nació la idea norteamericana "de buscar la condena de Cuba en Ginebra para justificar los 45 años de bloqueo y agresiones que Estados Unidos ha impuesto contra el pueblo cubano".

Tras exponer que Estados Unidos consiguió ese propósito anticubano en 1990 "en medio de la debacle de lo que había sido el campo socialista...cuando se proclamó el fin de la Historia y los enemigos de la Revolución Cubana celebraban anticipadamente lo que creían sería la caída inevitable de la Cuba Socialista".

"La digna resistencia cubana frente a la infamia y la mentira fue ganando reconocimiento y apoyo entre los miembros de la Comisión, hasta que en 1998 fue derrotado inobjetablemente el intento de condenar a nuestro país", siguió Pérez Roque.

El titular cubano acusó a Washington de "disfrazar su montaje anticubano" desde 1999 hasta 2001, cuando logró documentos contra la Isla auspiciados por la República Checa "pero en el 2002 ya el Gobierno checo se negaba a seguir el repugnante papel de alabardero de Washington".

Entonces, dijo el canciller de Cuba, "tras intensas y desesperadas gestiones de Estados Unidos, que Cuba conoce muy bien en todos sus detalles, tocó el turno a los gobiernos de Uruguay y Perú que, en contra de la voluntad de sus pueblos, jugaron entonces ese ignominioso papel".

Al pronosticar lo que pasará este año en ese sentido en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de ONU, Pérez Roque dijo que Estados Unidos aún necesita una condena contra Cuba con el fin de "justificar su criminal bloqueo y sus planes de agresión militar".

El ministro vaticinó que la Unión Europea -envuelta en un conflicto con Cuba- no enfrentará la maniobra estadounidense. "Unos dirán que por antigua sabiduría. Otros sabemos que es por hipocresía y doble moral".

Subrayó creer que el bloque europeo tampoco presentara ante la comisión algún proyecto que busque condenar la violación de derechos humanos, incluso de ciudadanos de Europa, "en el campo de concentración que Estados Unidos construyó en el territorio que ocupa ilegalmente su base naval en Guantánamo", en territorio cubano.

"El que no tenga valor para enfrentarse al hegemonismo unilateral de la superpotencia, debería por lo menos callar y no ser cómplice de la agresión contra Cuba. Debería defender el derecho del pequeño país agredido en vez de secundar el odio irracional del agresor", dijo el Ministro cubano de Relaciones Exteriores.

En nombre de su país, Pérez Roque rechazó en su discurso que una resolución anticubana sea solo "procesal". "¡Mentira! Todo el mundo sabe que Estados Unidos la proclamará como la condena de Cuba. Todos sabemos que permite mantener el llamado 'Tema Cuba' en la agenda".

"Rechazo también la acusación de que Cuba no ha cooperado con la Comisión. Cuba recibió en 1988 una delegación de la Comisión de Derechos Humanos; en 1994 al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que todavía no ha podido ir a Estados Unidos; en 1995 a una delegación de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos organizada por Danielle Mitterrand; y en 1999 a dos relatores de esta Comisión", agregó.

Se preguntó, "¿Por qué hay que pedir mediante resolución a Cuba que acepte un Representante Personal del Alto Comisionado si no se nombra un representante para investigar los crímenes y las violaciones de derechos humanos cometidos por las fuerzas agresoras norteamericanas en Iraq?".

Expuso que "Cuba no acepta que se le acuse en esta Comisión de manera arbitraria, politizada y discriminatoria. Tampoco acepta que en esta Comisión los acusados sean siempre países del Tercer Mundo".

También repudió "la solicitud de recibir un representante del Alto Comisionado. No es nada personal contra la funcionaria designada. Es contra el mandato espurio que le dio origen".

"Rechazamos también el informe politizado y parcial que la Representante Personal del Alto Comisionado distribuyó. Ha terminado actuando como instrumento al servicio del Gobierno de Estados Unidos", denunció el representante de Cuba.

El canciller dijo a su llegada a Ginebra para asistir a los trabajos de esta comisión que su país se propone terminar con la práctica en su seno de condenar tradicionalmente a países pobres por parte de las naciones ricas.

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